viernes, julio 06, 2007

Adictos

Fue una mañana.
Le prometió una eternidad de visitas, charlas, cartas, llamadas, mates y budines marmolados, de esos que tanto le gustan. Le figuró una vida de estar juntos, sin estarlo necesariamente; de quererse sin atarse, de ser Uno ciertos días, y Cuatro en otros.
¿Cuán cierta puede ser una afirmación en una mañana trasnochada y colmada de alcohol?
Ella lo quería… aún no sabía cuánto… sólo adivinaba que podía ser muy profundo el sentimiento.
Fue su primer amor verdadero…su primer engaño profundo a su entorno y a si misma.
Quiso creer que nunca podría amarlo y terminó por caer en el interminable abismo de su encanto.
Esa madrugada comprendió que estaba enamorada de una parte de ella que jamás conoció, porque lo acababa de encontrar… se sorprendió al descubrir que lo adoraría por siempre…. Que llevaría marcada sobre su cuerpo, la piel de él… por toda la eternidad…
Y como ese momento ha habido muchos.
Rituales extensos, retardando el placer él; el momento de separarse, ella. Provocándose entre si, porque no conocían, aun, otra forma de comunicarse.
Ambos sabían que podrían lastimar a todas las personas con las que se involucraran… pero también eran concientes que para evitar estar juntos tendrían que distanciarse y olvidarse… ninguno podría hacer eso de forma conciente.
Porque eran adictos a lo que sentían estando juntos… adictos a sus momentos

Te amo, Mala…
Felices 2 años y 9 meses

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