… y es progresivo.
En el comienzo fue simple. Casi un juego.
Al desnudarse lentamente al ritmo de sus pasiones, no se percató de lo profundo del mar en el que se sumergía.
Ahora duele.
El pecho se contrae.
En algún lugar empieza a querer cada vez más… y a la vez no.
Entrega todo, por completo.
Es ella, como nunca antes… pues nunca antes estuvo con él.
¿Cómo cambiar futuros largamente meditados, sueños estructurados de ante mano, por fantasmas aún inciertos, frágiles como sus propios deseos?
¿Cómo aceptar que el mundo puede cambiar con tan sólo dos palabras, en el momento menos pensado?
¿Cómo comprender que la decisión, desde el vamos, implica esa acción tan febrilmente anhelada?... la primera, en orden cronológico… la segunda más temida… la segunda, pues la decisión es el capítulo interno más difícil de ser superado…
Y puesto que la acción interior para nada garantiza a su par exterior, este último es, si es esto posible, todavía más débil… más susceptible de ser despreciado, herido… incluso, inconcebido.
¿Cómo dejarse caer sin saber a ciencia cierta si alguien la atrapará al final de tan oscura caída?
¿Cómo caer y ser libre?
¿Cómo abandonar un camino iluminado por los inciertos pasadizos de la verdadera libertad?
Libertad segura… un sutil encierro en el cual ningún riesgo tendrá lugar.
Libertad aterrada… pero libertad al fin. Verdadera libertad.
Verdadero placer.
Verdadero amor.
Verdadero miedo.
No hará nada más…
Entregarse por completo en cuerpo y alma la ha dejado agotada como nunca antes…
No hará nada más, pues nada queda por hacer.
En este punto incierto cuyo límite no alcanza a vislumbrar
Te toca a vos.
En el comienzo fue simple. Casi un juego.
Al desnudarse lentamente al ritmo de sus pasiones, no se percató de lo profundo del mar en el que se sumergía.
Ahora duele.
El pecho se contrae.
En algún lugar empieza a querer cada vez más… y a la vez no.
Entrega todo, por completo.
Es ella, como nunca antes… pues nunca antes estuvo con él.
¿Cómo cambiar futuros largamente meditados, sueños estructurados de ante mano, por fantasmas aún inciertos, frágiles como sus propios deseos?
¿Cómo aceptar que el mundo puede cambiar con tan sólo dos palabras, en el momento menos pensado?
¿Cómo comprender que la decisión, desde el vamos, implica esa acción tan febrilmente anhelada?... la primera, en orden cronológico… la segunda más temida… la segunda, pues la decisión es el capítulo interno más difícil de ser superado…
Y puesto que la acción interior para nada garantiza a su par exterior, este último es, si es esto posible, todavía más débil… más susceptible de ser despreciado, herido… incluso, inconcebido.
¿Cómo dejarse caer sin saber a ciencia cierta si alguien la atrapará al final de tan oscura caída?
¿Cómo caer y ser libre?
¿Cómo abandonar un camino iluminado por los inciertos pasadizos de la verdadera libertad?
Libertad segura… un sutil encierro en el cual ningún riesgo tendrá lugar.
Libertad aterrada… pero libertad al fin. Verdadera libertad.
Verdadero placer.
Verdadero amor.
Verdadero miedo.
No hará nada más…
Entregarse por completo en cuerpo y alma la ha dejado agotada como nunca antes…
No hará nada más, pues nada queda por hacer.
En este punto incierto cuyo límite no alcanza a vislumbrar
Te toca a vos.