"El hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el mundo, y después se define. El hombre, tal como lo concibe el existencialista, si no es definible, es porque empieza por no ser nada. Sólo será después, y será tal como se haya hecho. Así pues, no hay naturaleza humana, porque no hay Dios para concebirla. El hombre es el único que no sólo es tal como él se concibe, sino tal como él se quiere, y como se concibe después de la existencia, como se quiere después de este impulso hacia la existencia. El hombre no es otra cosa que lo que él se hace."
Jean-Paul Sartre, El existencialismo es un humanismo
Tal vez nada sea lo que dice o lo que parece ser.
Ni siquiera ellos.
O tal vez si. Y el caso sea que las percepciones alteran la realidad involuntariamente. Que las relaciones existentes, los sentimientos y los estados de animo condicionen el obrar, pensar y sentir de una persona frente a otra.
Los cambios irracionales (¿irracionales?) de opinión responden a las alteraciones que sufre la percepción. Los cuales están atados a su vez a las experiencias de vida personales.
Las personas no son siempre las mismas. Jamás. Cada segundo marca sus vidas y las vuelve diferentes.
En un instante la mente puede reaccionar y comprender algo de una forma completamente nueva.
Y con la misma rapidez puede traicionarse una convicción que ha durado tanto como la propia vida, sólo porque esa idea ya no satisface las necesidades de la realidad en la cual uno se encuentra.
Esto no puede ser calificado de bueno o malo, aunque más de uno se empeñe en hacerlo.
Los cambios se dan. Las cosas cambian. Aquel que se jacte de no ser así, miente… o no se conoce a si mismo.
Jean-Paul Sartre, El existencialismo es un humanismo
Tal vez nada sea lo que dice o lo que parece ser.
Ni siquiera ellos.
O tal vez si. Y el caso sea que las percepciones alteran la realidad involuntariamente. Que las relaciones existentes, los sentimientos y los estados de animo condicionen el obrar, pensar y sentir de una persona frente a otra.
Los cambios irracionales (¿irracionales?) de opinión responden a las alteraciones que sufre la percepción. Los cuales están atados a su vez a las experiencias de vida personales.
Las personas no son siempre las mismas. Jamás. Cada segundo marca sus vidas y las vuelve diferentes.
En un instante la mente puede reaccionar y comprender algo de una forma completamente nueva.
Y con la misma rapidez puede traicionarse una convicción que ha durado tanto como la propia vida, sólo porque esa idea ya no satisface las necesidades de la realidad en la cual uno se encuentra.
Esto no puede ser calificado de bueno o malo, aunque más de uno se empeñe en hacerlo.
Los cambios se dan. Las cosas cambian. Aquel que se jacte de no ser así, miente… o no se conoce a si mismo.