lunes, enero 19, 2009

Otro cuento se ha acabado

“Violencia es mentir”
Carlos Solari
Todas esas cosas que un “te quiero” expresa, cuando tiene el privilegio de encontrarse sólo y aislado, único agasajado del momento.

O todas aquellas atrocidades que muchas repeticiones sistemáticas –y automáticas- de dicha composición de palabras viene a ocultar, intentando, en vano, que las olvidemos… como para alivianarnos la carga y que el mentir y engañar no sea tan malo, porque en el fondo queremos…

Y que las mentiras y engaños no sean tan malos porque en el fondo nos queremos…

¿Nos queremos?

viernes, enero 09, 2009

Presos

“Montana dijo, antes que Sartre, que la libertad es algo que sólo existe en potencia, nunca en acto: la única libertad es la de perderla”
Martín Caparrós
Fue justo en este instante. A la vez que alguien lee estas líneas disfrutando del sol de la quinta o con una taza de café frente al monitor de su departamento, justo en este momento se ríe plácidamente y la desafía. Después de todo, intenta decir más no dice más ella comprende, sólo se escribe acerca de cosas que importan por su carácter extraordinario. Y esto ya está naturalizado, ya es así y no cambiará.
Esta forma de posicionarse ante el mundo ya no es la misma que cuando se conocieron, a pesar de sus intentos por nunca corporizar nada remotamente parecido a esto.
Las decisiones casi nunca son propias de quién las toma, por más que goce engañándose a sí mismo creyendo que si. Pero no. El entramado humano en el que estos seres se hayan inmersos es demasiado profundo y las redes atrapan a todos, sin excepción, para nunca dejarlos partir.
Desde el momento en el que nacen, pierden su libertad y la perderán con cada nuevo encuentro, con cada nueva conexión. Las miles de relaciones en las que se deberán sumergir los obligarán a través de sutiles cambios de humor, guiándolos siempre por el sendero correcto hacia destinos escritos más inciertos.
El desafío que en este segundo está teniendo lugar parte de su tranquilidad, pues él ha cumplido. Él escribió la canción.
No fue ni en el día ni a la hora acordados, pero la escribió.
Sus palabras nacieron, contra todo lo previsto, de las cosas buenas... y continuaron, etéreas como pocas otras. Ahora acompañan invisibles pero implacables esto que ya es pero no es eso que nunca nombrarán.
La felicidad es ideal. La falta de sufrimiento impide la materialización de ideas reales, pues un estado perfecto no necesita ser analizado. Tal vez permita, casi como un sacrilegio, su descripción.
La tristeza también es ideal. Tiñe las percepciones de igual forma que su antípoda, impidiendo cualquier intento veraz de manifestación.
Ante el desafío ella debía responder. Suele suceder que su cara se arrugue reflejando la profunda herida que sus palabras abren cada vez que deja relucir su hermoso carácter de piedrita en el zapato y ataca directo a los puntos que más duelen. La víctima principal es su orgullo.
Ya en este punto no puede saber dónde se encuentra el límite en el cual él deja de tener razón para que eso en su cabeza se fusione confundiéndose con sus ganas de estar juntos.
Borges decía que no hay forma más escandalosa de decir algo que no nombrarlo jamás. Las ausencias, como los silencios, dicen a menudo mucho más que las presencias y las palabras.
A veces es en esos vacíos donde deben buscarse las razones, las respuestas, la verdad -si es que existe tal cosa o si es que somos capaces de conocerla en alguna instancia de nuestra efímera existencia-.
Hay ciertas cosas que se sienten a pesar de ser invisibles y que deben permanecer así: vírgenes e inalteradas sin ser materializadas nunca mediante la palabra.
Será porque de todos los sonidos ella prefiere el silencio... el silencio de oírlo respirar mientras duerme, el silencio de saberse siempre acompañada por él, el silencio con el que le grita constantemente lo mucho que lo quiere y lo imprescindible que es para ella.
PD: Feliz cumpleaños, Lea...