…de los tibios, de los que no se jueguen a todo o nada, de los que sientan de a poquito, así se cuidan más.
…de los almohadones en composé, la mesa en línea, las toallas del mismo color y nada de eso por amor.
…de los libros sin subrayar, sin dedicar, de las bibliotecas huérfanas de pasión, armadas casi por reacción.
…de la misma comida siempre, a la misma hora, en el mismo sillón, en la mesa cuadrada o frente al televisor.
…del sexo sin amor con la persona a la que amo, del beso y el abrazo por compromiso, de estar mendigando cariño.
…del hombre que puede decirme que me quiere y luego no mirarme, no escucharme, no reclamarme a su lado.
…de aquellos que no aman a los animales, que no recuerdan el nombre de mis gatos y no conocen mi amor por ellos.
…del asco de pensar su boca en otras bocas, su cuerpo en otros cuerpos.
…del dolor de saber su mente y su corazón en otra.
Celeste, despertate, curate y salvame…