Vino a verme un verano…
Me gustaba… todos me gustan al principio… después encuentro en ellos todo, menos al compañero que busco, y son mis amigos…que no es poco.
Se iba de viaje… y comprendí que me apreciaba de verdad…
A los días pensé que no volvería a verlo… hasta que volvió… con un desgarro en la espalda, una molestia en el ojo y una experiencia horrible que ni siquiera quiero imaginar.
Ese día nos entendimos… entre toda la bronca, todo el dolor… no podíamos creer… en dios, ni en nada… “Qué justicia divina, ¿me querés decir?, ¿qué culpas podía cargar una beba de 4 meses para morir así?”, me preguntó esa tarde, en que todo era borroso y poco importaba que mas podía pasar en el mundo.
Ese año se paso entre piedras, papeles y tijeras mientras los profes no veían… películas los findes a la noche, tardes enteras en su casa o en la mía estudiando…y yo cada dia comprendía mas… que existen pocas cosas tan verdaderas como lo que tengo con él.
A pesar de toda la distancia y el tiempo que nos separan hace ya algunos años, siempre que lo veo y hablo con él, es como si nada hubiera pasado… como si todas las cosas que nos han pasado, y de las que no hemos hablado por distintas razones, no nos hubieran separado tanto…
Si en algo tengo confianza y fe es en él.
Sé que siempre, para lo que sea que necesite, él va a estar… pueden pasar años, novios, hogares, compañeros… pero con él voy a poder hablar toda mi vida…
Tengo hermanos de sangre… pero vos, Juan, sos mi hermano de la vida…
Te amo, nene…y te extraño todos los dias.
Nota del autor: ojala nadie se ofenda y sepan ver esto como lo que es: un reconocimiento, una ofrenda a una de las personas que mas quiero...
Como se lee, esta es una de las cosas en las que si creo... en las amistades... y en esta amistad en particular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escucho