sábado, agosto 25, 2007

El motor de todo ser humano

“Oh yes I'm the great pretender
Pretending I'm doing well
My need is such
I pretend too much…”
Freddie Mercury, Queen “The Great Pretender”

She pretends too often…
No puede decir que no cree en la monogamia.
No es lo socialmente aceptado, lo políticamente correcto… al menos no donde ella vive.
Ama a una persona… pero eso no excluye la posibilidad de que esté con otros.
Por alguna razón, casi todas las personas relacionan amor con fidelidad. Es el resabio aún presente del catolicismo en Occidente. El “hasta que la muerte los separe”, y toda la cantinela.
La magia del matrimonio. Flor de mentira si no hay amor de por medio.
Al igual que el menosprecio del noviazgo, el concubinato, la “juntada” o como sea que se diga. ¿Acaso es menos real por carecer del aval institucional del Estado o la Religión?
¿Quiere menos una persona a su “pareja” por intimar con otra?, ¿O será que lo que se ve herido es el orgullo del “engañado”?
Ha encontrado a una persona que comparte sus creencias, al menos en este aspecto. Ambos tienen la certeza de que, estando de acuerdo los dos, pueden estar con otras personas sin que eso signifique el fin de la relación que tienen.
Lo que mas duele de la infidelidad es la mentira. La falta de confianza… la falta de amor.
Así es que en realidad es eso… una cuestión de desamor; o, en el peor de los casos, en esos en los que ya ni amor queda para ser destruido, lo que se ve herido es el orgullo, al fin y al cabo. Es el pensar “¿Cómo me hizo eso a mi?”, e incluso “¿Cómo no lo hice yo primero?”.
Y también están los que, frente al terror de ser lastimados, “cagan” primero. De esa manera primerean a la pareja y se salvan de quedar desnudos frente a una posible revelación de un engaño por parte del otro. De última, siempre tienen una carta bajo la manga, pase lo que pase.
Se pregunta: ¿serán felices así?, tanto engaño y mentira alrededor, ¿les hará la vida más fácil?
Frente a esto ella prefiere ser sincera.
Si ama, dice que ama. Sino, no.
Si necesita espacio, lo hace saber… y en la misma línea, pregunta constantemente que pasa del otro lado.
Su única condición es la reciprocidad.
Que no le mientan… jamás.
El gran motor de los seres humanos no es el dinero, como asegura el capitalismo, es el miedo.
Por eso el gran “hasta que la muerte los separe”… por miedo a la soledad (por parte de la “santa” pareja), y por miedo a perder a sus feligreses, presentes y futuros (éstos últimos retoños de los primeros), por parte de la “santa” institución.
Por eso la fidelidad. Por miedo a la infidelidad. A la soledad también, y de nuevo.
Por eso el maridaje frente a la Patria Grande. Por el miedo del Estado de perder sus unidades básicas mediante las cuales pueden gobernar tranquilamente: las familias; que funcionan como escalones primarios de sociabilización, y permiten que la sociedad continúe su quehacer de forma “coherente”. (Imagínense, sino, que los niños nacieran en cualquier lugar y bajo el ala de cualquier persona y terminen haciendo cualquier cosa)… (no que esto no pase, sino que no son la mayoría, aún, y quedan útilmente marginados, para que nadie necesite preocuparse por ellos).
Por eso las mentiras y las promesas… por miedo, miedo a lo que los demás puedan pensar, miedo a la no-identidad… miedo… miedo…miedo.
Y por eso es que muchas veces ella no puede decir lo que siente, lo que piensa, lo que hace, a todas las personas. Por miedo.
Miedo a ser marginada.
Miedo a ser tomada de “fácil” o “boluda”.
Miedo, al fin…

Ya es hora de dejar de tener miedo y empezar a enfrentarse al mundo, tal y como es.






viernes, agosto 24, 2007

Todo lo que baja, también tiene que subir…

Esto es para levantar un poco el ánimo, que estos días está de viaje al centro de la tierra.
Muchas veces siento que hago mal las cosas. Que no sirvo.
Siento, cuando me enfrento al teclado, que no escribo ni la mitad de bien de lo que quiero.
Siento que no soy nada especial…
Y no lo soy. Por lo menos no para el mundo.
Pero, hay momentos en los que descubro (me muestran, sería mas justo decir), que algo de idea tengo.
Súbitamente me veo en la posición de resolver situaciones, y lo hago naturalmente.
Si me distancio de mi vida descubro que lo que hago y como lo hago no es ni tan común ni tan sencillo para cualquier otra persona.
Allí es donde me enorgullezco de lo que he llegado a ser.
Y poco a poco entreveo que soy alguien distinta…
Descubro, un poco con sorpresa y otro poco no, que me conozco.
Que sé lo que quiero.
Que sé qué hago, qué voy a hacer en mi vida… y qué no.
Y me gusta.
Me defino, más que nada, por oposición a los demás.
Sé todo lo que no soy y a partir ahí, sé muy bien quién soy.

Hoy sólo intento que ustedes también lo puedan ver…

lunes, agosto 20, 2007

Estoy corriendo a la deriva…

A los doce años, en una pelea con mi vieja de las tantas que colmaron, colman y colmaran nuestras vidas, descubrí que quería ser periodista.
Realmente no sé hasta que punto lo “descubrí”…
Resultó cierto día que me enoje con mi mamá porque dijo que “no me veía en la escuela técnica”. Yo acababa de empezar la secundaria y me sentí ofendida, sentí que para mi vieja yo no podía, no era lo suficientemente buena como para ir a la técnica.
En ese capricho me quise cambiar de colegio a toda costa… entonces mamá, con su santa paciencia frente a mis doce años de inexperiencia total frente a la vida, me dijo no me veía en la técnica no porque pensara que no podía irme bien, sino por mi carácter. Para ella yo iba a hacer algo diferente… algo en lo que hablara mucho… algo como periodismo.
Y de cierta forma, me gusto mucho la idea.
De pronto deje de estar enojada con mama, porque tenía razón… pero… ¿tenia razón?
Y si… la tenía… o tal vez me convencí de que la tenía.
La cosa es que desde ese día quiero ser periodista.
Quiero escribir… mostrarles a los demás lo que veo y cómo lo veo.
Quiero denunciar las injusticias y atrocidades de este país, de este mundo,
Quiero despertar a las personas del letargo en el que creo firmemente que muchos se encuentran…
El problema hoy es cómo quiero hacerlo.
¿Quiero trabajar 20 horas seguidas en una redacción o un móvil?
¿Quiero tener que acatar lo que la línea editorial me marque corriendo el riesgo de traicionar lo que hago y porqué lo hago?
¿Quiero que mi trabajo se convierta en mi vida al punto de perder a mi familia?

Supongo que algún día mi vida tenia que entrar en crisis… tan segura que estoy de todo siempre… ya era demasiado.
Por el momento me dejo llevar simplemente… no creo que vaya a ser periodista.
Lo más probable es que lo haga como hobby.
Porque no quiero terminar odiando la profesión que mas amo en esta vida.

sábado, agosto 11, 2007

Declaracion de independencia

No se como escribir esto…
No quiero desnudarme tanto… tal vez ese sea el problema.
No quiero dejar tan a la luz lo que me pasa por dentro.
Por vergüenza… o por miedo… no se.
Escribo mucho… pero no todo lo publico…. Uno siempre selecciona.
Me pregunto por qué.
Por qué selecciono lo que quiero que vean….
Quiere decir que aun no estoy lista para plantarme frente a lo que siento y, al fin y al cabo, soy.
Y eso también me avergüenza….¿ acaso no estoy segura?, ¿no es lo que pienso, siento, lo que soy, a pesar de lo que nadie pueda decirme o pensar?...
Pero es miedo…. Y es lógico.
De pronto puedo dejar ver cosas que no todos conocen de mi. Y puede ser desagradable, y duro.
Y el miedo pasa por lo que les pueda hacer sentir a ustedes.
Pero tengo que empezar a entender que esto es así. Mi vida, mi mente… escribo lo que siento, no puedo hacer otra cosa.
Y es así, les guste o no.
Soy así… les guste o no.

jueves, agosto 09, 2007

En cuerpo y alma

Sólo contados rasgos las asimilaban: ambas soñadoras y con una pasión irrefrenable por todo lo que emprendían. Y pensar que durante su adolescencia esa “otra” era su antitesis, el ser que representaba todo lo que ella nunca sería.
En la rebeldía que le sirvió de transición en la niñez y la juventud universitaria, Anabela personifico en su madre todo a lo que se oponía. Ella no sacrificaría sus sueños por nadie, tendría una carrera, viajaría, se iría al extranjero. Experimentaría todo lo que fuera prohibido y sólo cuando su vida se hubiera estabilizado, pensaría en asentarse; sólo cuando estuviera satisfecha con lo vivido pensaría en dar vida a alguien más. Y tendría algo fuera de su hogar, sus hijos nunca serian toda su vida.
Bela despreciaba todos los aspectos de su madre: era insensible por no haber perdonado a su padre un desliz; era débil pues había renunciado a sus aspiraciones para irse con él acompañándolo en el cumplimiento de las suyas y era malvada por decir que lo único que valía en su vida eran ellos, sus hijos.
Por oposición a su madre se identifico Ana y formo un ideal para su futuro: ella seria alguien y mejoraría para luchar por sus convicciones.
Cuando el ansiado momento de “independizarse” llego y comenzó a valerse por si misma, muy lentamente comenzó a descubrir la juventud de su madre y que, a pesar de los esfuerzos suyos por demostrar sus diferencias, eran mas parecidas de lo que creía.
Con la madurez que trae el alejarse de las comodidades del hogar, Anabela comprendió que su madre dio todo por lo que sentía…. Y ella conocía muy bien eso, porque era la base sobre la cual se asentaba su carácter.
Con el tiempo entendió que su madre siempre estaría junto a ella, apoyándola para que saliera adelante… ella era su red de seguridad, su válvula de escape, la tumba de sus miedos… Había entendido que nada en la vida de un ser humano es eterno por mucho que uno quiera conseguirlo, pero la certeza de que su madre seria constante no sólo en persona sino en su recuerdo es para ella la única certeza innegable.

Nota del autor: este texto fue escrito para el Taller de Comprensión y Producción de Textos II en el año 2006, bajo la consigna de escribir sobre los refugios.

miércoles, agosto 01, 2007

Amor 77

Julio Cortázar

Y después de hacer todo lo que hacen, se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se peinan, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son.

Presente...

"Era ella quien se alimentaba de mi persistente fe en una vida de ojos abiertos", Julio Cortázar
Cuán segura habrá estado...
Cuán segura estará ahora...
Este es el primer día del resto de su vida.
Esto puede cambiarlo todo... incluso a ella.
Relámpagos atormentan su paso,
sueños intranquilos copan sus noches de perverso ensueño,
Nerviosismo... dolor de espalda de haber dormido mal...
el "ahí, pero dónde, cómo" de Cortázar que se revuelca plácidamente en algún lugar de su ser, pronto a atacar a la primer señal que dé ella de un intento por aplacarlo, por deshacerse de él, para estar tranquila de nuevo.
Miedo.... terrible ¿error?
Sabor amargo tienen los sueños cuando se dejan alcanzar...
Tanto tiempo buscando... ¿valdrá la pena?...
Tal vez sea una quimera la que la espere al final del tunel después de todo...
O tal vez no...
Tranquilidad otra vez
O tal vez no...
Tiempo al tiempo